¿Tú tampoco crees que tus molestias se irán por arte de magia?
Por aquí no encontrarás píldoras mágicas ni remedios infalibles, solo alguien a la que le gusta sanar desde la introspección y la gestión emocional inconsciente..
Mi propósito es ayudarte a descubrir que el origen de tus problemas digestivos están íntimamente relacionados con tus experiencias y emociones, y que aprender a escuchar tu cuerpo te hará vivir con menos dolor y más felicidad.
¿Qué puedes aprender quedándote?
- Cómo recuperar tu vida social, te olvidarás de escoger la silla más cercana al baño cuando vayas a un restaurante por miedo a que tu estómago te juegue una mala pasada.
- Cómo encontrar tu equilibrio personal, al conocer qué es lo que pasa cuando sientes estrés, al ser tú el dueño/a de tus emociones y entender cómo evitar lo que te producen tus incómodos malestares gástricos, te convertirá en una persona más optimista, libre y esperanzada.
- Aprenderás a ponerle nombre a tus emociones y a gestionarlas antes de atragantarte con ellas.
- A nivel físico vivirás un cambio inmejorable en tu salud, y te lo digo por experiencia, al volver a sentir la libertad de vivir sin que todo te siente mal.
Sobre Mi…
Para no extenderme mucho hoy solo te haré un pequeño resumen del “origen de mis males” …es tan cinematográfica esta frase…me encanta
Bien, empecemos por el principio, mi infancia ha sido cuanto menos extraña además de difícil y dolorosa; familia desestructurada, una hermana pequeña que dependía de mí… con unos 12 años, así, sin más.
Aprendí muy pronto a ocultar mis emociones, mis sueños; me convertí en la cuerda que aseguraba la supervivencia de mi familia y la mía propia. ¿Has vivido algo así?, espero y deseo que no.
A pesar de todas esas dificultades, me propuse cumplir mi sueño, ser bioquímica. Desde pequeña me he imaginado siendo una científica reconocida, ya ves. Así que en cuanto tuve edad de trabajar acepté cualquier cosa que encontraba que me permitiese pagar la carrera y sostener mis estudios y ayudar a mi familia. ¿Has visto el día de la marmota, pero en versión terror?… pues mis días eran algo parecido, desayunos, colegios, trabajo, discusiones, comidas, universidad, cenas, estudios hasta casi el amanecer y vuelta a empezar.
Días, semanas, años, en esa situación estresante unidos a la necesidad de acabar la carrera en los plazos normales, empezaron a pasarme factura, aparecieron mis problemas digestivos.
Al principio le eché la culpa a lo típico, el ritmo de vida que llevamos, y confiaba que en un tiempo se irían calmando, disminuyendo e incluso desapareciendo; pero no, lo que hacían era aumentar y mira que me alimentaba sano, intentaba controlar el sueño, no salir, no beber…y nada, todo iba a peor; tanto que en mi caso me provoqué tres úlceras por no parar y escuchar los avisos de mi cuerpo.
Ese fue el momento en el que toqué fondo, el pilar que me sostenía, falló del todo y se rompió; ahí me di cuenta que necesitaba ayuda. Tenía que parar, pero ¡¿cómo?!
Asistí a terapia, contacté con nutricionistas, y poco a poco fui conectando con el verdadero origen de mis molestias y sufrimientos: mis emociones.
Descubrí que el 90% de las veces lo que se esconde detrás de nuestras dolencias, es una mala gestión o el desconocimiento de nuestras emociones.
Poco a poco mi cuerpo fue agradeciendo esa conexión, me sentía más relajada, más equilibrada, en definitiva, más en paz conmigo misma.
Aprendí a perdonarme, a expresar mis emociones y sabes qué…mis dolores y molestias remitieron. Pensé entonces que, si a mí me había servido de tanto conocer y gestionar mis emociones, incluso me había ayudado a convertirme en amiga de mi alimentación… ¿por qué no ayudar a personas que estaban en el punto en el que estuve yo?
Y aquí me tienes, preparada, con formación y experiencia suficiente para ayudarte a superar y a mejorar tu vida acompañándote en tu camino hacia tus emociones, a encontrar el origen y la receta que sólo tú necesitas para sanar.
Me has dejado sin palabras y quiero más, ¿Dónde puedo ir ahora?
A otro lugar donde te enseñaré a encontrar el porqué de tus trastornos digestivos haciendo un viaje a las profundidades de tu inconsciente, donde tu cuerpo grita lo que tu mente calla.